“Todos los que parecen estúpidos, lo son y, además, también lo son la mitad de los que no lo parecen.” (Quevedo)
Para ser una celebridad no se exige un coeficiente intelectual mínimo ni conocimientos de economía, lógica, aritmética o geodesia.
Dispuestos en todo momento a alegrarnos el telediario con alguna majadería, la tropa del famoseo no calla ni debajo del agua. Después de tantos siglos de ingeniería evolutiva, el talento se ha licuado en la sopa iletrada de la memez de esta gente. Si los tontos de antaño reparaban relojes, los de hogaño salen en Hola, promocionándolos.
Aquí dejo constancia de una docena de frases estúpidas que se escucharon en 2010, cosechadas en huertos de hemeroteca. Algunas duelen, otras espantan, la mayoría da pena o induce a la risa, según se mire. En todas, la inteligencia se declaró en huelga.
Las breves apostillas son mías; del recolector.
Cristina Aguilera: “¿Alguien sabe dónde se celebrará el festival de Cannes de este año?". Casi seguro que en Cannes, geógrafa.
Arnold Schwarzenegger: "Creo que el matrimonio homosexual es algo que debería darse entre un hombre y una mujer". Parece que el clembuterol también afecta al cerebro.
Mariah Carey: “Siempre que veo en la tele esos pobres niños hambrientos de todo el mundo, no puedo evitar llorar. Me gustaría ser así de flaquita, pero no con esas moscas y muertes y esas cosas”. Sin comentarios.
Brooke Shields: “El fumar mata y, si te mueres, has perdido una parte muy importante de tu vida”. De paso dejas de fumar definitivamente.
Shakira: “Voy a viajar a Roma, porque es la tierra donde nació Nuestro Señor Jesucristo”. Y en Belén, los Monty Python.
Bibiana Aído: “A todos los miembros y miembras”. Interesantísima aportación al diccionario de la RAE.
Sofía Mazagatos: “Todavía no he encontrado la hormona de mi zapato”. Cuestión de seguir buscando.
Terelu Campos: “La aspirina fluorescente es más rápida y eficaz”. Además, no se necesita prender la luz para encontrarla.
Kate Moss: “Les puedo adelantar que es un país brasileño que no queda muy lejos de aquí”. Le habían preguntado dónde sería su próxima pasarela.
David Beckham: “Quiero que mi hijo Brooklyn sea cristianizado, pero no sé todavía a qué religión”. Algunas sugerencias: arrianismo, gnosticismo, montanismo, eutiquianismo, pelagianismo, maniqueísmo…
Greg Norman: “Debo todo a mis padres, especialmente a mi padre y a mi madre”. Las deudas en familia son más llevaderas.
José Luis Rodríguez Zapatero: “Este gobierno ha sido el que más ha acertado en sus previsiones". Tales como el paro, los impuestos, las pensiones, el IPC, la edad de jubilación, el incremento del precio del gas, de la electricidad, del transporte público… ¡Atrabiliario adivino!
Moraleja: Más vale estar callado y parecer tonto, que abrir la boca y despejar dudas.
IMÁGENES: Arriba, Bart, de la serie Los Simpsons, ante una inteligente decisión. En el centro, Sofía Mazagatos, bella modelo española.
viernes, 21 de enero de 2011
jueves, 6 de enero de 2011
Reyes Magos
Durante las breves vacaciones de Navidad que disfruté en Tailandia con mi familia, quiso el azar que coincidiéramos en el hotel de Bangkok con los mismísimos Reyes Magos de Oriente.
Gente sencilla en lo grande y grande en lo sencillo, no me fue difícil acercarme a ellos mientras nos movíamos por el restaurante en ese incesante ir y venir al bufé, a recargar el plato.
Gente sencilla en lo grande y grande en lo sencillo, no me fue difícil acercarme a ellos mientras nos movíamos por el restaurante en ese incesante ir y venir al bufé, a recargar el plato.
Quise agradecerles tantos lápices de colores, tantos cuadernos para pintar y tantas arquitecturas -aquellas maderitas coloreadas con las que construíamos cualquier cosa- que, cada 6 de enero, año tras año, me dejaban en el caserío de mi abuelo. Nunca conseguí verlos. Tan ocupados en aquella noche mágica, siempre acababan de irse cuando yo llegaba en busca de mis tesoros. La buena suerte me indemniza con creces ahora de aquellas pequeñas frustraciones.
Sus reales pajes y la austera seguridad del hotel me permitieron, a sugerencia de los Magos, sentarme junto a ellos para disfrutar de una inusual conversación.
Cada año tienen más dificultades para complacer a los niños. Les hizo mucha gracia lo de mis maderitas, y me contaron que ya no recuerdan cuándo se las pidieron por última vez. Ahora todo son nintendos y consolas y laser-pistola espacial y mucho gameboy… Un problema con las pilas. La crisis está afectando a los fabricantes de estos artilugios quienes, para ahorrar en costos, ya no las proporcionan. Ellos, los Magos, no pueden responsabilizarse de tanta batería por los riesgos medioambientales que conlleva su transporte. Sugieren a los papás que se hagan con una buena provisión y con un destornillador de estrella para abrir y cerrar la tapa del rediseñado alojamiento.
Dicen que hay mucha competencia. Entre el barrigudo de rojo, el Esteru en Cantabria, el Olentzero en el País Vasco, el Tió en Cataluña, el Apalpador en Galicia y otros menos conocidos, la demanda de juguetes crece sin cesar y, claro, los fabricantes que les surten aumentan los precios cuanto pueden.
Pregunto por el barrigudo de rojo. Se trata, como suponía, de Papá Noel, Santa Claus, Viejito Pascuero, Colacho o San Nicolás, que con todos estos nombres y alguno más se le conoce por ahí. Cuando los inmigrantes holandeses fundaron la ciudad de Nueva Amsterdam, hoy Nueva York, llevaron allá el mito de Sinterklaas que la burda pronunciación angloparlante convirtió en Santa Claus y que, con el tiempo, derivó en el bodrio sociocultural y memo de Santa, a secas.
Este año tienen otra preocupación adicional. Las catástrofes naturales que se cebaron con nuestro planeta en 2010, han dejado a cientos de miles de niños sin familia y sin modo de hacer llegar sus esperanzas a los Magos. Los Reyes trabajaban duro en aquellos días de Bangkok para no dejar a ningún infante sin su dosis de cariño, sin su pedacito de ilusión y fantasía. Espero que lo hayan conseguido con el apoyo y la generosidad de todos nosotros, y que las sonrisas hayan vuelto, al menos por un día, a los rostros inocentes de Haití, China, Rusia, Pakistán… y de tantos otros lugares donde nos necesitan con urgencia.
Me despido de Sus Majestades. Ellos son los artífices de darle marcha atrás al tiempo y hacernos retornar a los días en que era tan fácil ser feliz que bastaba con desearlo.
Con un truco elemental, querido Watson: el pequeño milagro de la ilusión.
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