sábado, 25 de junio de 2011

Tribus de Ispanistán: Vascos

ZuloagaVASCOSAquellos hombres a quienes los celtas pusieron el nombre de vascones o barscunes -que significa “los de la cima”- de costumbres diferentes en todo a los pueblos de la zona (180 aC), no eran pobladores autóctonos sino que provenían de las tropas bereberes que abandonaron a Anibal (219 aC) a punto de atravesar los Pirineos. (Tito Livio, XXI 4-24 y Polibio, III 33-35)

El general había salido de Cartago con 90.000 hombres y al disponerse a cruzar los Alpes le quedaban solo 60.000. (Polibio, X 39) Es inexplicable que los nacionalistas vascos, que han dedicado tanto tiempo y esfuerzo a desentrañar su pasado y a reconstruir su historia, no hayan dado ninguna explicación sobre el destino de aquellas tropas que huyeron en desbandada, precisamente en el lugar donde, años después, los romanos localizaron a los vascones. (Eneko Arista, Blog)

Poco más tarde, las crónicas describían los cruentos y continuos saqueos sobre tierras cántabras del bandido vasco Corocotta al frente de una numerosa cuadrilla, por cuya captura se llegó a ofrecer una importante recompensa en tiempos del Emperador Augusto. (Dion Casio, Crónica Romana) Lo cierto es que Corocotta es nombre vasco procedente de la raíz kur. En lengua líbica curucuta denomina a la hiena y txakur o zakur se traduce por “perro” en el euskera actual. (Schuchardt y Schulten, Numantia)

La lengua vasca y berebere, en particular la hablada en la región de los montes Atlas de la antigua Mauritania, siguen mostrando evidentes similitudes a pesar del tiempo transcurrido, como confirman los vocablos, toponimia y vestigios arqueológicos encontrados. Por ejemplo, los nombres amaya y areitio, entre otros muchos, son comunes entre los tingitanos que entraron con Abderraman III en el 912. (García Bellido, La Península Ibérica en los comienzos de su historia)

A pesar del escaso interés que los vascones suscitaron en la historia, donde únicamente son mencionados para describir su salvajismo y los saqueos y matanzas que perpetraban sobre los pueblos celtas de la zona, los datos aportados por las fuentes y vestigios arqueológicos son suficientemente esclarecedores como para deducir que el mito que han elaborado los nacionalistas vascos sobre su supuesto origen enigmático y su supuesta condición de pueblo autóctono, no es más que un planteamiento voluntarista e interesado, carente de toda base científica y contradictorio con los datos y testimonios existentes. (García Bellido, La Península Ibérica en los comienzos de su historia)

betizu"Raza animal autóctona vasca” es aquella cuyo origen conocido más remoto se sitúa en el País Vasco y se encuentra incluida en el “Catálogo de Razas Animales Autóctonas Vascas" creado por decreto del Gobierno Vasco. Resulta criterio de dudoso interés la combinación de oriundez vasca y sanción gubernamental de la autoctonidad, prescindiendo de cualquier otra consideración más convincente. (Manuel Montero, Universidad del País Vasco)

Pongamos por ejemplo la gallina gorri, por la que uno tiene particular querencia. Poblaba el gallinero del caserío de mi abuelo cuando, niño e inocente, ni imaginaba yo que estaba ante un legado autóctono de la noche de los tiempos.

O la vaca betizu, descrita en el catálogo como "ágil, vivaz y armónica, de carácter arisco y gran territorialidad". Su efigie hasta podría ser emblema del Eusko Jaurlaritza.



IMÁGENES: Arriba, fragmento de “Vascos”, de Ignacio Zuloaga. Abajo, vacas betizu “mirando al tren”, como dice mi colega Juanma. Sus dueños no las quieren por ser de baja producción, y los gobiernos vasco y navarro las compran para su conservación en semilibertad.

sábado, 11 de junio de 2011

Muñecas sin rostro

Lucen cuerpo latino de pronunciada cintura, traje largo criollo y gruesa trenza, con la cabeza cubierta por un hermoso sombrero de ala ancha o una cesta de frutas o un elegante pañuelo de madrás o, a veces, con la melena oscura despeñándose sobre el suave contorno de los hombros femeninos. Sus poses: cargando agua en tinajas, ofreciendo flores o vendiendo frutas.

P1090954 aSon las muñecas sin rostro, una apreciada artesanía de la República Dominicana que se ha convertido en un símbolo de la cultura y el arte quisqueyano.

Fruto de la agitada historia y de la fusión taína con invasores establecidos en la isla, -conquistadores primero y esclavos negros después- la falta de rostro refleja el sincretismo racial de la mujer dominicana. Así, uno la supone mulata, canela, negra zahína o con rasgos europeos o trigueña o como la imaginación le inspire a cada uno en cada instante.

Parece que todo empezó en Moca a mediados de la década de los 70. No falta por allí tradición artesanal perdida en el tiempo, en la comunidad rural de Higuerito, centro productor de enseres para el hogar, herencia de los aborígenes que poblaron aquellas tierras antes del descubrimiento.

Las muñecas sin rostro representan el arte primario de escultores campesinos con un ingrediente común: el barro del Bonao o de Río San Juan. El taller no es más que una casucha construida con algunos bloques de cemento, madera y caña, donde la materia prima se amasa en una ponchera de plástico, una lata de salsa o de mantequilla con agua sirve para suavizar el barro, un estante donde se colocan las obras a secar durante uno o dos meses y un tinte llamado guararey. Las herramientas, un pedazo de plástico para moldear la arcilla y una piedra afilada para perfeccionar las formas luego de endurecerse la efigie. En algunos talleres más avanzados, que los hay, se emplean moldes para una incipiente producción en serie. Pero no es lo mismo.

De la evolución natural de esta artesanía han surgido piezas de excelente factura artística, verdaderas obras de arte con gran imaginación pero, sin duda, nada comparable a la muñeca sin rostro. El ayuntamiento de Moca, con motivo de la reinauguración de una de sus avenidas, erigió la muñeca sin rostro más grande del mundo, ubicada en la carretera Duarte, representando el orgullo del pueblo mocano por sus tradiciones.

En 1981 apareció una versión modernizada de las muñecas sin rostro, elaboradas con un material llamado porcelanicrón, que contiene harina de trigo y requiere un cuidado especial por su atractivo para los roedores. Existen más de cien modelos diferentes según la inspiración del artesano.

Nunca sabremos cuál es el sentimiento, el alma de esta caribeña sin expresión alguna, sin ojos, nariz ni boca que, pese a ello, ha sido modelada con la sensualidad inconfundible de la mujer dominicana.


IMAGEN: Muñecas sin rostro en un establecimiento de La Romana.