sábado, 19 de febrero de 2011

Manual de química

Si cuando te encuentras frente a una persona del sexo contrario sientes como si tuvieras mariposas en el estómago, te tiemblan las manos, no sabes qué decir, te ruborizas como un colegial, tartamudeas y te ríes por nada… no hay duda de que has encontrado tu media naranja. En otras palabras: te has enamorado.

Estos síntomas son las consecuencias de complejas reacciones químicas del organismo, que tienen su origen en fundamentos físicos y sicológicos. Antes de que una persona se fije en otra, ya dispone de un molde completo de circuitos cerebrales que determina los rasgos esenciales de la persona a quien amar, un mapa mental construido en nuestra niñez a partir de experiencias, hechos fortuitos, asociaciones con miembros de nuestra familia, amigos, etc.

Cuando encontramos a la persona deseada, se dispara la señal de alarma y nuestro organismo entra en ebullición. Se producen descargas eléctricas en nuestras neuronas, y andanadas hormonales que disparan la producción de sustancias químicas como la dopamina, norepinefrina y serotonina. El hipotálamo envía mensajes a las diferentes glándulas suprarrenales para que aumenten los niveles de adrenalina y noradrenalina, neurotransmisores que comunican entre sí a las células nerviosas.

Sus efectos se hacen notar al instante: el corazón late más deprisa, sube la presión arterial, se liberan grasas y azúcares para aumentar la capacidad muscular y se generan más glóbulos rojos, con el fin de mejorar el transporte de oxígeno en la sangre. Todo ello desencadena una especie de “imbecilidad transitoria” -en palabras de Ortega y Gasset- que convierte lo racional en irracional, la serenidad en nerviosismo y la prudencia en torpeza.

Pero nada es eterno. El estado de enamoramiento perdura entre dos y tres años.  A veces, algo más. Con el tiempo, el organismo se va haciendo resistente a todas estas substancias y la atracción bioquímica decae. Comienza entonces una segunda fase con la presencia de otro tipo de compuestos químicos como las endorfinas, de estructura similar a la de la morfina y otros opiáceos, que confieren al sujeto la sensación de seguridad, paz y comodidad, dando lugar a lo que se ha llamado la etapa del apego.

En los recién casados se produce una gran cantidad de oxitocinas, responsables del amor pasional y el entusiasmo sexual. El cerebro envía una señal a la hipófisis provocando la liberación de hormonas eróticas, estrógenos y progesterona, por ejemplo. La glándula del timo segrega timina en mayor cantidad, la sangre se alborota y se acumula en puntos sensibles que facilitan la excitación.

Una relación sentimental donde el factor pasional es preponderante puede durar entre 90 y 180 días como máximo. Tras la disminución de la feniletilamina, de la familia de las anfetaminas, las personas se sienten cada vez menos enamoradas. Cuando la relación de pareja se rompe, el cuerpo experimenta una especie de síndrome de abstinencia, coincidente con el ansia de comer chocolate, rico en feniletilamina, que padece mucha gente frustrada.

Sin embargo, si queremos conservar a quien ha provocado que nos comportemos y sintamos de manera diferente, es necesario buscar formas imaginativas de convivencia, y luchar para que el proceso deje de ser meramente químico. Sin manual.


IMAGEN: "El amor es como la salsa mayonesa: cuando se corta hay que tirar el bote y empezar uno nuevo". (Jardiel Poncela)

11 comentarios:

Paola Neubert dijo...

Pues yo si estoy de acuerdo!!1

Anónimo dijo...

Me viene una frase a la mente "it takes few weeks to fall in love but it takes several years to know what love is" me gusto esta entrada felix querido.. Un abrazo grande!!

Ignacio dijo...

Félix, te lo he dicho otras veces: por frases como la primera de tu blog te pueden meter un puro..., que no eres paritario, que tiene olor homófobo y discriminatorio..., que Pajín lee tu blog. Eso de enamorarse del sexo “contrario” sin hacer referencia obligada a enamorarse de alguien del mismo “género” o “génera” es un tanto reacccionario. Que no cambias tío!!

FG dijo...

Tienes toda la razón del mundo, Ignacio. Prometo enmendarme y dedicarle una entrada a tan "general" asunto o asunta o "generala", ¡vete a saber!... Bueno, si no quieres ir a saber le preguntas a la Pajín, que esa sí que sabe. (Fea la jodida, ¿eh?...)

Pascale Lora dijo...

Me encuentro en Bélgica, donde presento mi nivela en la feria del libro de Bruselas, y hoy me pasé por una tienda y compré dos kilos de chocolate. ¿Es mala señal ?

Laura Santander dijo...

Como siempre, Félix, es un placer leer tu blog, me encanta. Cariños.

Gloria Capello dijo...

Como siempre, sin desperdicios tus cuentos. Este ultimo tan cierto!!!! Ojala a mi se me activen los electrodos y mi sistema eléctrico dé señales de vida, jajaja!!!
Realmente sos una persona que daría gusto tenerla de amiga. Lástima que tuviste que tomar otros rumbos. Cuídate, que de los buenos quedamos pocos!! Saludos y que estés bien. Ahhhh!! en marzo llega mi cuarto nieto!!!!!

Oscar dijo...

AMOR: Insania temporaria curable mediante el matrimonio, o alejando al paciente de las influencias bajo las cuales ha contraído el mal. Esta enfermedad, como las caries y muchas otras, sólo se expande entre las razas civilizadas que viven en condiciones artificiales; las naciones bárbaras, que respiran el aire puro y comen alimentos sencillos, son inmunes a su devastación. A veces es fatal, aunque más frecuentemente para el médico que para el enfermo

Julián dijo...

¡Muy bien!
Saludos

Agnes dijo...

Como siempre, agradable de leer y educativo. Gracias.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo! Anonimo desde India, q no te gusta la foto. Aqui tambien playita y chiringuito, un beso Gutierrez