sábado, 2 de abril de 2011

¿Cómo dice que se llama usted?...

En un país mayoritariamente religioso, donde el “gracias a Dios” y el “si Dios lo permite” están presentes a todas horas y en toda circunstancia, el viajero esperaría encontrarse con personas cuyos nombres estuvieran, digamos, más acordes con el santoral de la iglesia o el almanaque bristol hispano americano. Nada de eso.

La fórmula ¿cómo dice que se llama usted? se constituyó en la repetida y obligada pregunta del recién llegado, ante la imposibilidad de entender, en primera instancia, nombres como Bellanire, Waquidia, Marondy o Numencio. Con el paso de los meses, uno se va acostumbrando a tan multicolor hecatombe onomástica, regodeo de lingüistas y júbilo de lexicógrafos.

En su desmedida afición por la singularidad, tan propia de los dominicanos, destacan algunos personajes que aportaron pinceladas de supuesta cultura a este delirio. El dictador Trujillo puso a sus hijos nombres de personajes de la ópera Aida: Ramfis y Radamés, nada menos.

Se dice que, durante la represión antiizquierdista del presidente Balaguer, centenares de padres contestatarios expresaron su protesta bautizando a sus hijos con nombres de simbología comunista: Hochimín, Sovietski… incluso Stalin y Lenin, que ya son ganas.

Con el rechazo frontal del cura de la parroquia, alguien, hacia 1940, tuvo la idea de tributar su mejor creación, sus hijos mellizos, a dos estrellas cercanas a su ideología: Hitler y Mussolini. La embajada de Italia, complacida, envió al admirador dos retratos autografiados de los líderes fascistas.

En esta alucinante carrera hacia la conquista de lo peculiar, destacan disparates que acompaño de sus apellidos para que puedan apreciarse en su justa dimensión: Expreso Valdés, Meningitis Rodríguez, Etcétera Vázquez, Suéter Pons o Albania Urss Díaz.

Siempre no fue así. En algún tiempo, lo habitual era bautizar al recién llegado con el nombre del santo del día, con la nota pintoresca de que, a veces, se utilizaba únicamente la denominación religiosa genérica del santoral como, por ejemplo, Nuestra Señora Rodríguez, Apóstol Santiago González, o Beata Sánchez. Acaso surgían combinaciones poco ortodoxas, como Santa Bileisy o Pura Inmaculada Virgen, cuando no Epifanía de Jesús, Corpus Christi o incluso un Nolaborable Pérez.

La crisis de las ideologías, hacia los ochenta, dio paso al culto a lo norteamericano, a la hamburguesa, la novela rosa y la televisión. Florecen aliases infelices, verdaderas atrocidades como Macdonal Garrigues, Usamade Ramos  -por lo de “made in USA”-  o Usmail Álvarez  -aunque el correo americano no tuviera nada que ver con la llegada del pequeño-, Gary Cooper Fernández, Disneya García, Yuleidy Castaño, Minellys del Pozo -por Liza Minelly-, Pelusa María Novoa, -por “pelusa” Maradona- y así sucesivamente.

Aporto un toque político singular: Rubalcaba Martín Gala tampoco quedaría mal.


IMAGEN: Portada del "Almanaque Bristol", publicado para América Latina desde 1832. Entre su contenido destacan datos astronómicos, previsión del tiempo para todo el año, horóscopo y santoral. Similar al español "Calendario Zaragozano".

Para asombrarse con más nombres dominicanos, pinchar aquí.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

te faltaron las combinacione, como la hija de Radhames y Adalgisa:Radhaisa o la nieta de Mireya y Elena: Mirlena.

Claribel dijo...

Gracias Felix!
Me gusto mucho.
Saludos.

Jorge dijo...

Muy bueno Gutiérrez. Otra, uno del Liverpool se cambió el nombre y se puso Fernando Torres, pero luego Torres se fue al Chelsea!

Ignacio dijo...

Excelente Félix! Aglaymi se llama una alumna quisqueyana que tengo en el colegio. Y qué tal el nombre de Aniv de la Rev? Creo que a unos padres que ponen a su hijo nombres de la guisa de Kelvinator deberían ser causal para retirar la patria potestad.

Pascale Lora dijo...

Muy interesante... intentaré encontrar otros ejemplos para tu coleccion con motivo de mis proximos viajes a latino America. Mientras tanto un saludo desde Guipuzcoa, donde tampoco faltan nombres muy particulares!

Anónimo dijo...

Mi abuelo español tuvo 11 hijos y los bautizó a todos con el nombre del santo del día. Entre mi colección de tíos recuerdo Saturnino. Bibiana, Protasia, Silvio, Santa (nació el día de Todos los Santos), Heliodoro... También Carmen y María cuando les tocó. Todos vivieron felices.

Anónimo dijo...

Hola, yo me llamo Marondy y les cuento que es una combinación del nombre de mi mamá: Marcia Ondina.. Tiene sus pros y sus contras tener un nombre único... He pasado trabajo, siempre tengo que repetir cuando digo mi nombre.. Pero igual me fascina mi nombre... Saludos...