Aquellos hombres a quienes los celtas pusieron el nombre de vascones o barscunes -que significa “los de la cima”- de costumbres diferentes en todo a los pueblos de la zona (180 aC), no eran pobladores autóctonos sino que provenían de las tropas bereberes que abandonaron a Anibal (219 aC) a punto de atravesar los Pirineos. (Tito Livio, XXI 4-24 y Polibio, III 33-35)
El general había salido de Cartago con 90.000 hombres y al disponerse a cruzar los Alpes le quedaban solo 60.000. (Polibio, X 39) Es inexplicable que los nacionalistas vascos, que han dedicado tanto tiempo y esfuerzo a desentrañar su pasado y a reconstruir su historia, no hayan dado ninguna explicación sobre el destino de aquellas tropas que huyeron en desbandada, precisamente en el lugar donde, años después, los romanos localizaron a los vascones. (Eneko Arista, Blog)
Poco más tarde, las crónicas describían los cruentos y continuos saqueos sobre tierras cántabras del bandido vasco Corocotta al frente de una numerosa cuadrilla, por cuya captura se llegó a ofrecer una importante recompensa en tiempos del Emperador Augusto. (Dion Casio, Crónica Romana) Lo cierto es que Corocotta es nombre vasco procedente de la raíz kur. En lengua líbica curucuta denomina a la hiena y txakur o zakur se traduce por “perro” en el euskera actual. (Schuchardt y Schulten, Numantia)
La lengua vasca y berebere, en particular la hablada en la región de los montes Atlas de la antigua Mauritania, siguen mostrando evidentes similitudes a pesar del tiempo transcurrido, como confirman los vocablos, toponimia y vestigios arqueológicos encontrados. Por ejemplo, los nombres amaya y areitio, entre otros muchos, son comunes entre los tingitanos que entraron con Abderraman III en el 912. (García Bellido, La Península Ibérica en los comienzos de su historia)
A pesar del escaso interés que los vascones suscitaron en la historia, donde únicamente son mencionados para describir su salvajismo y los saqueos y matanzas que perpetraban sobre los pueblos celtas de la zona, los datos aportados por las fuentes y vestigios arqueológicos son suficientemente esclarecedores como para deducir que el mito que han elaborado los nacionalistas vascos sobre su supuesto origen enigmático y su supuesta condición de pueblo autóctono, no es más que un planteamiento voluntarista e interesado, carente de toda base científica y contradictorio con los datos y testimonios existentes. (García Bellido, La Península Ibérica en los comienzos de su historia)
"Raza animal autóctona vasca” es aquella cuyo origen conocido más remoto se sitúa en el País Vasco y se encuentra incluida en el “Catálogo de Razas Animales Autóctonas Vascas" creado por decreto del Gobierno Vasco. Resulta criterio de dudoso interés la combinación de oriundez vasca y sanción gubernamental de la autoctonidad, prescindiendo de cualquier otra consideración más convincente. (Manuel Montero, Universidad del País Vasco)
Pongamos por ejemplo la gallina gorri, por la que uno tiene particular querencia. Poblaba el gallinero del caserío de mi abuelo cuando, niño e inocente, ni imaginaba yo que estaba ante un legado autóctono de la noche de los tiempos.
O la vaca betizu, descrita en el catálogo como "ágil, vivaz y armónica, de carácter arisco y gran territorialidad". Su efigie hasta podría ser emblema del Eusko Jaurlaritza.
IMÁGENES: Arriba, fragmento de “Vascos”, de Ignacio Zuloaga. Abajo, vacas betizu “mirando al tren”, como dice mi colega Juanma. Sus dueños no las quieren por ser de baja producción, y los gobiernos vasco y navarro las compran para su conservación en semilibertad.
3 comentarios:
Los abertzales pedirán tu cabeza por haberles desmontado el txiringuito.
Estaba por el campo, muy lindo todo. Gracias por compartir conmigo. Cariños.
Una investigación muy buena para poner las cosas en su sitio.
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